jueves, 22 de septiembre de 2011

Relación Pensamiento - emoción - conducta



Para al psicología cognitiva muchas de las cosas que nos pasan dependen de lo que pensamos ante cada situación: tanto lo que sentimos o cómo actuamos, en momentos difíciles esta causado en gran parte por lo que nos decimos a nosotros mismos o imaginamos.
Estas “ideas” y “películas” interiores nos hacen ver e interpretar las cosas de diferentes maneras: algunas nos hacen sentir bien y enfrentar las situaciones.   Otras nos hacen sentir mal y nos dan ganas de escarpar, rendirnos o enfurecernos.
Cuando nos enojamos, asustamos o desanimamos muy seguido suele ser porque interpretamos muchas situaciones del mismo modo.
Esta manera repetitiva, estable y difícil de cambiar la aprendimos desde que éramos chicos.

Por ejemplo ante una misma situación:
Ante una nota baja en un examen, podemos pensar que no habíamos estudiado lo suficiente, sentir que tenemos el desafío de estudiar más para aprobar en la próxima oportunidad, lo que generará la conducta activa de estudiar, revisar los errores, buscar estrategias para superar el problema.

Podemos pensar que nos fue mal, porque el profesor tiene algo personal contra nosotros, que es injusto y enojarnos, lo que nos llenará de bronca y nos hará insultar y pelear.

Podemos pensar que nos somos lo suficientemente inteligentes, que nunca podremos aprobar, y nos sentiremos tristes, desesperanzados y tal vez no volvamos a intentarlo.

Conclusión: lo que pensamos sobre nuestros problemas influye en lo que sentimos y lo que hacemos.

Importante: si modificamos lo que pensamos todas las otras cosas pueden cambiar.

No es fácil, no estamos acostumbrados  a identificar nuestros esquemas de pensamientos y su relación con como nos sentimos y actuamos; sucede todo fugazmente, de manera automática en nuestra mente.
La psicología cognitiva ayuda al paciente a identificar estos pensamientos disfuncionales, que se basan en interpretaciones irracionales de la realidad, de nosotros mismos y del futuro; para poder modificarlos ya que generan ansiedad, depresión y enojo.
La psicología ha identificado varios de estos errores del pensamiento o distorsiones cognitivas, de a poco iremos reflexionando acerca de cada uno de ellos.

Bibliografía:
J. Beck “Terapia cognitiva. Conceptos básicos y profundización” Editorial Gedisa 1995
Bunge, Gomar, Mandil “Terapia cognitiva con niños y adolescentes” Editorial Akadia 2008

2 comentarios:

  1. Hola Oscar !, me parece muy interesante.
    A veces pienso como hacer para que una "Sandía adulta redonda se torne cuadrada" (Hablado en clase con P. Nagy), ¿tendríamos que deformarla?.
    Digo obro en función de la matriz original, pienso, reflexiono, pero ¿se puede modificar esa matriz original, naturalmente? , ¿hay que intervenir no naturalmente? o ¿cual es la alternativa que vos ves?

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  2. Hola Oscar: Que interesante lectura, y cuanto hay que reflexionar sobre el tema, me gusto leerlo.
    Saludos y te invito a visitar mi blog.

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